La Fiesta de las Luces en Lyon (y qué más ver)

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El pasado 8 de diciembre visité la ciudad francesa de Lyon para ver qué era eso tan conocido en el país bajo el nombre de La Fiesta de las Luces… ¿Se trataba de un polstergheist? ¿Salían los lyoneses con la linterna debajo de la mandíbula? ¿por qué no puedo dejar de hacer preguntas tontas? ¿ayuda? ¡Ya paro! El caso es que se trata de una fiesta de cuatro noches de duración que es capaz de brillar como pocas fiestas en Francia, ¡además puedes coger un tren a París después y matar dos pájaros de un tiro!.

Ahora que estamos regalando el viaje de tus sueños (puedes conseguirlo haciendo clic aquí), déjame que te recomiende La Fête des Lumières y, si no te llama la atención, lee atentamente por qué deberías echarle un vistazo a esta ciudad francesa.

¿Por qué se celebra la Fête des Lumières?

El origen de esta fiesta, tal y como sucede en gran parte de las celebraciones que se llevan a cabo en Europa, es religioso, y es que precisamente se originó tras después de que en 1852 se inaugurará la estatua de la Virgen María. De hecho, cuando yo visité la ciudad me sorprendió porque los habitantes de la ciudad son religiosos hasta límites insospechados y habían puesto un cartel luminoso en lo alto de una montaña que decía «GRACIAS MARÍA».

Al caer la noche los visitantes que se acercan a Lyon del 8 al 11 de diciembre y asisten a números espectáculos que se llevan a cabo por todo el centro de la ciudad. Se trata de una fiesta en la que los habitantes se convierten en los propios organizadores del evento, creando asociaciones de barrios que son los que coordinan todo la fiesta.

La noche se convierte luminosa gracias a un gran espectáculo de luz que decora desde antiguas catedrales, calles, fachadas, puentes y paseos de toda la ciudad. Además de las luces también se proyectan imágenes sobre los monumentos más emblemáticos, como la catedral de Lyon, creando un colorido mágico de gran belleza.

Eso sí, si vas a visitar la fiesta de las luces, te recomiendo encarecidamente que lleves un buen abrigo porque… ¡hace un frío que pela!

Qué ver y hacer en Lyon

Ya que estás en la ciudad de las luces de Francia, ¡no puedes irte sin visitar lo siguiente!

  • El veaux Lyon: podría haber escrito viejo Lyon, ¡pero en francés queda mucho mejor! Me da un toque urban sin caer en lo trendy.
    La parte vieja de la ciudad es un barrio renacentista, el único que queda intacto junto a Venecia, y notarás las similitudes por todas partes. Yo te recomiendo alquilar una bicicleta y recorrer la zona por menos de un euro si hace buen tiempo.
    La parte más chachi de esta zona es una llamada Saint Jean por sus traboules, pasajes secretos de una calle a otra. Yo fui con una chica de Lyon y nos perdimos entrando en estos pasajes, son increíbles. Muchas veces dan a parar a castillos renacentistas increíbles.
  • Basílica de Notre-Dame de Fourvière: esta construcción se ve desde muchos puntos de la ciudad y es uno de los elementos más representativos de Lyon. La basílica también está dedicada a la Virgen Maria pues, según se cree, ésta les salvó de una plaga hace unos cientos de años. Te recomiendo subir para disfrutar de las vistas que ofrece de la ciudad.
  • Presqu’île: Es una pequeña islita rodeada por los dos ríos de la ciudad. En ella encontrarás el Ayuntamiento y la plaza de Bellecour, que es preciosa y la tercera más grande de Francia.
  • El Parque de la tête d’Or: o el parque de la cabeza de oro; es un jardín grandioso. A mí me encanta porque en la Wikipedia del parque te dejan, como dato, que es contemporáneo al Central Park… En plan: «eh, que se construyeron en el mismo año, son igual de guays». El caso es que sí, es muy guay: tiene velódromos, invernaderos y ha formado parte de la fotografía de decenas de películas.
    Lo de la cabeza de oro no tiene mucho que ver con el parque; antes de su construcción el terreno era de la familia Lambert (lol, como si los conociéramos) y ya se le conocía por Tête d’Or porque, tal y como corría el rumor, había un tesoro con una cabeza de cristo de oro enterrada allí.
  • Comer un brioche a la praline: a veces cuando viajo y descubro un postre que está súper bueno no entiendo por qué nadie lo ha traído a España todavía. Eso mismo me pasó con el brioche a la praline. Es una especie de bollo con almendras y  fresa. Está riquísimo.
  • Come en un bouchon (si no eres vegetariano): en Lyon se come carne y más carne, en el centro de la ciudad encontrarás los bouchons, restaurantes de comida francesa en los que comerás estupendamente bien por 15 y 20 euros.

Si te apetece visitar la ciudad, ¡algo he hecho bien en este post! Recuerda que nosotros te llevamos gratis, tú sólo tienes que hacer clic aquí. ¡Suerte!

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