Todas las regiones de España tienen su algo especial, su esencia maravillosa que las hacen únicas e irrepetibles. Esa esencia no es una unidad, sino que está compuesta por un amplio y diverso grupo de elementos de los que disfrutar. Si además te alojas en hoteles con encanto en la Costa Brava, una de las zonas más hermosas de nuestro país, el disfrute se multiplicará bastante. ¿Por dónde empezamos por los hoteles con encanto o por las playas de la Costa Brava?
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Hoteles con encanto en la Costa Brava
Antes de empezar nuestra ruta por hoteles, si no sabes muy bien qué hacer y ver en la Costa Brava, te interesará nuestro blog Qué Hacer en Costa Brava: Mapa y Rut y empieza a planear tu escapadita.
Hotel Aiguablava: Lo encontraremos sobre una cala, lo que le proporciona unas vistas preciosas del mar. Un ambiente ideal para ir en pareja porque encanto tiene, pero romántico lo es aún más. Además de contar con pista de tenis y volleyball, así como mesas de ping pong y sala de cardio, lo que más nos gusta es sin duda la piscina con agua de mar.
Can Bassa: Se trata de una casa de campo del siglo XV que ha sido reformada para dar lugar a uno de los hoteles con más encanto de la Costa Brava. El paisaje que le rodea es espectacular y se encuentra muy próximo de lugares de interés como la propia ciudad de Girona y sólo ese aire a fortaleza medieval atrae a cualquiera.
Casa del siglo XVII en el casco antiguo de Pals: Vale, no es un hotel, pero es que es tan romántica, tan bonita, que no hemos podido resistirnos. Dos plantas, terraza con vista al Ampurdán y chimenea. La playa está a menos de cinco kilómetros, hay que coger coche, pero estamos allí en unos minutos. La reforma y la decoración de la casa recuerdan en parte a la casa-agujero hobbit con ese toque familiar pero cuidado.
Finca Bell-Iloc: Esta finca rehabilitada tiene tan sólo 6 habitaciones lo que otorga una intimidad que no tiene valor. De su granja, su bodega y sus cultivos se servirán nuestras mesas, otro punto deliciosamente positivo para el hotel.
Hotel El Far: Está levantado sobre un bahía y desde sus terrazas podemos disfrutar del escenario que ofrece el mar. Además, posee una ermita adyacente del siglo XVII que fue renovada con el mayor de los cuidados junto con la torre de vigilancia medieval.
Las playas de la Costa Brava
Os preguntaréis porqué no hablamos de las mejores, ¡es que es muy difícil e injusto elegir! Son de aguas tan claras, de arenas tan suaves y tan excelentes para realizar deportes acuáticos que resulta realmente complicado hacer una buena selección. Pero como hay que hacer una nos basaremos en lo más subjetivo de nuestra opinión… ¡Ahí va!
Cala Pola: La encontramos en Tosa de Mar. No esperéis una playa gigante porque tan sólo cuenta con 70 metros de ancho lo que quizá haga que sea la belleza natural que a todos les parece.
Playa de Aiguablava: Aguas de poca profundidad que se vuelven las preferidas por las familias, quizá precisamente por eso. La sensación que da es que eres parte de ese escenario tan hermoso y, lo mejor, es que aún no está tan atestada de gente como cabe esperar de un paraje tan bello.
Cala Taballera: Es maravillosa para bucear o practicar snorkel. No esperes hallar arena fina, si no que encontrarás rocas y pedruscos desde los que observar una cala espectacular.
Playa el Castell: Nos gusta mucho porque no sólo puedes estar tostándote al sol sino que también uno puede hacer una excursión por el bosque de pinos colindante e ir a visitar los restos de un poblado ibérico.
Si no tienes muy claro donde quieres ir de la Costa Brava, leete nuestro post sobre Turismo en la Costa Brava y descubrirás un poco de cada pueblo, sólo toca elegir el tuyo… o ¡todos!
