Como ya hemos comentado en anteriores artículos, Estambul es una ciudad de fusión de culturas, donde lo occidental y oriental se mezclan inevitablemente. Uno de esos ejemplos está en la gastronomía.

Comer en Estambul puede resultar económico pero también caro. Según donde se vaya y que se coma, influirá en el precio final. Los famosos kebab que en los últimos años se han puesto muy de moda en toda Europa, son en parte originarios de Turquía, y en Estambul podemos encontrar una gran variedad de kebabs repartidos por la ciudad.

Pero, aunque los kebabs son muy populares, el hecho de que Estambul esté rodeada de mar hace que el pescado sea un ingrediente muy importante en la dieta de sus ciudadanos. Entre los platos más destacados está el Lufer, un pescado azul que procede directamente del estrecho del Bósforo y que es una de las joyas gastronómicas de la ciudad.

El teski Kebab es otro de los platos estrella de la ciudad. De parecido sabor al tanjin marroquí, el testi kebab tiene la singularidad que se prepara en ollas de cerámica de barro y que al servirlo sobre el plato se tiene que romper la olla.

Hay muchos lugares para probar estos y otros muchos platos, además Estambul está plagada de puestos callejeros donde podréis comer desde unas simples mazorcas, pasando por unos pinchos de carne o unos deliciosos helados.

En cuanto a lugares para comer, podemos hacerlo tanto en la zona histórica de la ciudad como en la más moderna, en está última los precios serán algo más elevados y abundarán más los restoran.

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Fuente: Un viaje a Estambul