Copenhague es una encantadora ciudad que trasmite un océano de tranquilidad. Es también el hogar de varios personajes conocidos por todos: El escritor de cuentos Hans Christian Andersen, el filósofo Soren Kierkegaard o la Sirenita. Pese a ser el la capital de la monarquía más antigua del mundo y contar un sinfín de atractivos, es curioso saber que por lo general no es nuestro destino deseado. Pero aquí estamos para remediar esto y, seguro, enamorarnos de un viaje a Copenhague aún por organizar. Y hablando de organizaciones, siempre es mejor planear viajes si contamos con un fondo mayor. Sí, podemos ampliar nuestro fondo así porque sí. Participa en este concurso gratis y llena tus bolsillos para ir a Dinamarca.
¿Y qué es lo imprescindible para ver en la capital danesa?
Parque de Atracciones Tívoli: Inaugurado como jardín en agosto de 1843, hoy día es una de las grandes atracciones del centro de Copenhague. Es un parque de atracciones que tiene numerosas actividades, desde montañas rusas hasta exposiciones y conciertos.
Stroget: Es la calle peatonal más larga del mundo y en ella podrás encontrar todo tipo de tiendas y marcas.
La Sirenita: Colocada en su roca desde agosto de 1913, fue tallada por el escultor Edvard Eriksen, que a su vez se inspiró en el cuento de “La Sirenita” de Hans Christian Andersen. Desde la década de 1950 la estatua ha sufrido numerosos ataques vandálicos, en uno de ellos incluso la cabeza de la sirenita fue cortada y robada. Sin embargo, cada vez que la estatua ha sido atacada, pronto ha sido restaurada por las autoridades.
La cervecería Carlsberg: Una visita obligada, aún más para los amantes de las cervezas. Disfrutarás de un recorrido por sus enormes instalaciones, además encontrarás una de las mayores colecciones de cervezas del mundo; en torno a 12.000 botellas entre las que seguro encontrarás tus favoritas.
La Torre Redonda: Construido en 1642, es el observatorio astronómico en funcionamiento con más antigüedad de Europa. Desde arriba encontrarás las mejores vistas del casco antiguo de la capital danesa.
El Castillo de Kronborg: Ubicado a unos 50 km. de Copenhague, es un bello castillo renacentista cuyos salones y mazmorras resultan del todo impresionantes. En un interior se representaba Hamlet, de Shakespeare.
Palacio de Christiansborg: aquí se encuentran el Parlamento, la Corte Suprema y el Ministerio de Estado. Cuando las máximas autoridades de otras naciones van de visita a Dinamarca son recibidos en este palacio.
Christiania: Sin duda cuanto menos curioso, el barrio de Christiania es una zona autogobernada en la que residen unas 900 personas. Tiene un territorio de 34 hectáreas que se autoproclamó independiente del Estado danés. Una ciudad dentro de una ciudad que incluso tiene sus propias reglas, pues en Christiania se permite el consumo y la venta de las llamadas drogas blandas. Sin embargo, en los últimos años el gobierno se ha puesto firme en este asunto y realiza más redadas en el barrio. Pero de poco sirve, pues hasta los turistas acuden a consumir marihuana o hachís al más puro estilo holandés. Tampoco es mala idea comer y beber allí pues puedes encontrar los precios hasta en la mitad de lo que vale en otras partes de la ciudad.
El puerto de Nyhavn: Sin contar con su belleza y encanto, el puerto es el lugar perfecto, sobre todo en verano, para pasear y tomar algo o comer en las terrazas. Con gran ambiente, es un punto de encuentro ideal.
Palacio de Amaliemborg: Es la residencia de la reina y una de las mejores y mayores obras de la arquitectura rococó danesa. Como casi todos los cambios de guardia en todas partes, es interesante verlo.
¿Nos vamos a Copenhague?