Son diversos los motivos que hay para viajar por España, un país en que se pueden realizar todo tipos de turismo todos ellos igual de gratificantes, y más si a uno le toca algún sorteo de un viaje, pero quizás en estas épocas, en las que las horas de luz solar son menores apetece más ir a visitar aquellos lugares donde el espectáculo del otoño es más patente. Esos sitios en los que los colores amarillos y rojizos junto al sonido de las hojas cayendo hacen de su visita toda una experiencia.
El pirineo y sus bosques.

A toda persona que le haya tocado un premio en concursos gratis tiene en el pirineo aragonés, además de diversos pueblos abandonados, dos parques naturales muy aconsejables para el propósito de disfrutar de la época otoñal. El Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido y el Parque Natural de Posets-Maladeta. En el primer parque se encuentra el bosque de Turiesto Bajo, con un abetal magnífico en su ladera norte y el Cañón de Añisclo en el que el visitante podrá presenciar la inversión térmica, es decir, que las formaciones más secas y menos resistentes al frío se localizan en las zonas más altas, mientras que hayedos y bosques mixtos se encuentran en el fondo del barranco.

Próximo a este parque nacional, está el bosque de la Pardina del Señor que con sus abetos, hayas, arces, álamos temblones, avellanos, serbales de cazadores, fresnos, cerezos, pinos silvestres, abedules, bojes o quejigos hacen que el otoño sea todo un espectáculo.
En el segundo se encuentra el valle de Salenques, una porción de Pirineo cubierto de hayas y abetos.

Más hacia el este, pero ya fuera de Aragón, está el Valle de Arán, cuyos bosques también son espléndidos en estas épocas otoñales.
Siguiendo en Aragón, pero esta vez en su parte occidental, se puede disfrutar de los parajes de la foz de la Boca del Infierno o de la Selva de Oza, donde existe más de un centenar de círculos megalíticos.

Cercano a los parajes del pirineo aragonés oriental se localiza la Selva de Irati, ya en Navarra, siendo el segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa. Su gran extensión (17.000 hectáreas) permite disfrutar de grandes extensiones de bosque en estado casi virgen. En este espectáculo de la naturaleza están las reservas naturales de Mendilatz y Tristuibartea y la reserva integral de Lizardoia.
Otro magnífico lugar para disfrutar de un bosque de hayas a toda persona que le haya tocado el sorteo de un viaje y quiera admirar los bellos colores de las hayas, robles, olmos, arces, tejos y avellanos en otoño en Navarra es el Parque Natural de Urbasa-Andía con el espectacular nacimiento del río Urederra.
Los bosques asturianos y leoneses

La Reserva Natural Integral de Muniellos en Asturias es el mayor robledal de España y uno de los mejores conservados de Europa, declarado por la Unesco Reserva de la Biosfera. En este robledal dominan las especies del roble albar y rosado. También cabe destacar la gran variedad de géneros de líquenes.

No muy lejos de ahí, en la provincia de León, los afortunados a concursos gratis pueden visitar las reservas de la biosfera de las comarcas leonesas de Omaña, Luna, Babia y Laciana, para continuar hasta el Bosque de Soto de Sajambre en Parque Nacional de Picos de Europa conformado por grupos de hayas que parecen nacer de las mismas rocas.

Zona centro, sierras y bosques para visitar

En la Sierra Norte y en macizo de Ayllón están ubicados tres de los hayedos más meridionales de Europa, el de Montejo, un bosque de hayas y robles al paso del río Jarama, el del Parque Natural de Tejera Negra y el de Pedrosa. Cercano está la Dehesa Bonita un bosque de abedules, robles, albares, mostajos, acebos y avellanos.
En el otro lado de Madrid, ya en Ávila, pero muy cercano a la comunidad autónoma madrileña se puede admirar el castañar de El Tiemblo, en el que hay los mejores ejemplares de castaño de la sierra de Gredos. Provincia limítrofe con Cáceres, donde se encuentra el Valle de Ambroz cuya orientación meridional de los montes le da un clima suave que, junto a las lluvias, le ha proporcionado un paisaje más típico de climas atlánticos y donde además se cría cerdo de Jamón Ibérico.

Estos son solamente unos ejemplos de lo que cualquier persona podría ir a visitar este otoño, y es que en España la diversidad natural es muy amplia y digna de ser admirada. Visítalos y compártelo para que más personas lo conozcan.

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