¡O despídete de volver a hablar con tu hijo sin que te pida uno de estos!
Aunque parezca mentira, estos animalitos no son ponys, sino «caballos en miniatura«.
Estas criaturas tan adorables resultan ser las mascotas perfectas si vives a las afueras ya que son lo suficientemente pequeñas como para ser transportadas con facilidad y requieren menos alimento que un caballo normal. Podría seguir dándote motivos para tener uno como, por ejemplo, que son un buen animal para introducir a los niños pequeños a las artes ecuestres, pero entiendo que quieres que pare.
Su naturaleza dócil y su esperanza de vida también los hacen adecuados como animales de asistencia para personas con discapacidad.
Los caballos miniatura suelen medir entre 86 y 97 cm siempre y cuando se les mida desde la melena.
Aparecieron en Europa alrededor del 1600.
Eran populares entre la nobleza como mascotas, pero por su pequeño tamaño también encontraron un rincón trabajando en minas de carbón – hasta que se prohibió que los niños pudieran trabajar en ellas.