Consejos para viajar a Roma

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Roma es conocida como la ciudad eterna y, de hecho, no es para menos. Tiene miles de años de historia en cada esquina y un sinfín de monumentos y restos arqueológicos. La máxima ‘hay que ir una vez en la vida’ se queda muy corta para esta ciudad. Porque, probablemente, tardaríamos una vida en hacernos con la esencia de Roma y en terminar de recorrer los casi tres mil años de vida que tiene. Pero como  en toda urbe, no está demás llevar con nosotros algunos consejos para viajar a Roma… ¡Aunque primero habrá que convenceros de ir a Roma!

 

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Los mejores consejos para viajar a Roma

 

Cuatro buenas razones por las que ir a Roma

Gastronomía: La comida italiana es la perdición de los que hacen dieta, el placer de los que les gusta comer bien y una razón gigante por la que ir a Italia. No pienses sólo en pizza y pasta, hay mucho más que probar.

Cultura: Como hemos mencionado antes, la capital italiana acoge en cada calle, en cada rincón, un pedazo de historia que vale millones. Por algo es la tercera capital más visitada de Europa.

Vaticano: Seas católico o no, el Vaticano ha formado parte de la historia de Europa y ha influido en sus gobiernos y sociedades. La grandeza de la pequeña ciudad no puede ser menospreciada así que no pierdas la oportunidad y alucina con su arte y belleza.

El Coliseo: ¿Cuántas películas habremos visto en las que aparece el Coliseo? Pues verlo no nos decepcionará si no que nos hará sentir que formamos parte de algo, que estamos pisando el suelo donde han disfrutado y muerto miles de personas.

 

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Consejos para un buen viaje en Roma

Aprender expresiones fundamentales: Por ejemplo, si alguien es alérgico al huevo estaría muy bien saber comunicarlo claramente en los restaurantes. Aparte de que el italiano es relativamente sencillo para los castellanoparlantes, tampoco hay que aprender el idioma en unos días, si no conocer algunas frases y palabras útiles.

Poco dinero efectivo encima: Como en todas las grandes ciudades, las zonas más turísticas no sólo se llenan de  visitantes, también de individuos aprovechados que buscan a algún desprevenido al que robar.

Ropa ‘apropiada’: Recuerda que hay muchas iglesias, además del Vaticano, que ver. Por ello, es importante que cuides tu forma de vestir ya que incluso es posible que te impidan entrar si consideran que enseñas demasiada piel.

A quién madruga…: Sobre todo si vas al Vaticano, ya que si no vas a tener que esperar infinitas y agotadoras colas.

Conductores alocados: Los romanos no tienen demasiado en cuenta las señales de tráfico. Los transeúntes deben caminar con cuidado y atento a coches y motos.

A pie: Sin embargo, aunque exista cierta inseguridad vial no hay que dudar en recorrer la ciudad a pie, porque es como realmente se la conoce.

Tómate tu tiempo: Las prisas estropean las visitas. Es mejor ver algo menos y permitirnos admirar.

Ojo con los taxis: Son caros, aunque no desorbitadamente. Además, tenemos que fijarnos en que sean legales ya que en Roma abundan los taxis ‘piratas’.

Perderse: No temas meterte por callejuelas y andar hacia lo desconocido porque podrías encontrarte con lugares bellísimos.

Colas en el Coliseo: Para evitar esas interminables filas os recomendamos que adquiráis la doble entrada para el Coliseo y Palatino. Con ella podréis acceder de un monumento a otro andando.

Liturgias: Ten en cuenta que la mayoría de las iglesias ofrecen misas y mientras duren no permiten que accedan turistas al interior del templo. Por lo general son, una por la mañana a primera hora y otra a última hora de la tarde. Los domingos sí que son más frecuentes, por lo que lo más lógico es pasar de iglesias durante ese día.

Alojamiento: Muchos  de los hoteles de Roma se han quedado estancados pero, como saben que se van a seguir llenando igual, no se molestan en reformarlos. Si queremos un hotel remodelado habrá que molestarse en mirar bien y, seguramente, pagar más.

¿Dónde pernoctar? Lo ideal es alejarse de la zona céntrica pero buscar un hotel que tenga cerca una parada de metro.

Plus por terraza: En las plazas y puntos más turísticos deberíamos evitar sentarnos en las terrazas de bares y restaurantes ya que lo que pidamos puede costarnos hasta dos y tres veces más.

 

Y una vez hemos interiorizado estas recomendaciones, ya estamos listos para viajar a Roma y disfrutar de todo lo que la Ciudad Eterna puede ofrecernos, lo que en verdad, es mucho.

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