El quiromasaje es un método terapéutico en el que el masajista utiliza sus manos para realizar movimientos y maniobras por el cuerpo logrando calmar los dolores del receptor así como equilibrar su energía.
Es un tratamiento natural y muy provechoso cuyos beneficios se notan en ciertos puntos evidentes para el bienestar de una persona. Es muy efectivo para aquellas personas que sufren lumbagos, contracturas dorsales, dolores en las cervicales, en los hombros, etc. ya que produce una sedación en el sistema nervioso.
Es muy apropiado para aliviar dolores en las articulaciones y en los músculos. Además se recomienda acudir a quiromasajistas a aquellas personas que padecen del síndrome del túnel carpiano o de ciática, así como por simples esguinces o contracturas.
El quiromasaje tiene también cierta relevancia mental tanto en el practicante como en el receptor, ya que este primero se satisface en lograr el alivio del segundo y el receptor sale reconfortado.
Sin embargo para muchos los aspectos psicológicos de los masajes no son tan notables como se dice pero en el caso del quiromasaje sí que se notan mejoras en la coordinación, en la seguridad e incluso en los sueños, lo cual favorece el descanso.
De hecho los beneficios del quiromasaje se suelen dividir en tres puntos: el psicológico que acabamos de mencionar, el mecánico y el energético.
Hablamos de un tratamiento agradable pero del que algunas personas deben prescindir o al menos informarse antes. Es el caso de personas que padezcan enfermedades dermatológicas infecciosas, cáncer o tumores, traumatismos cuyas heridas estén abiertas o que hayan tenido alguna operación de columna. Tampoco es recomendable para personas con lesiones cerebrales, úlceras, quemaduras, reúma u osteoporosis agudas o ciertos problemas de corazón.
Existen ciertas contraindicaciones de carácter temporal como es el caso de las embarazadas o hipertensos.
Es importante advertir al profesional si sufrimos alguna de estas dolencias para que el considere si es oportuno o no practicar el quiromasaje.
Además también hay que tener en cuenta ciertas variables como son el peso, la edad o si se trata de deportistas. Los masajes superficiales están destinados a niños o ancianos, cuyas musculaturas son más bien débiles. Los masajes medios son favorables para las musculaturas medias y los fuertes para deportistas.
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¡Muchas suerte!