Los viajes organizados son para muchos la única forma de viajar seguro y con tranquilidad. Sin embargo, para otros tantos es un auténtico aburrimiento que estropea la libertad de un buen viaje. Todo siempre depende de varias circunstancias. Por ejemplo, el destino al que vayamos a ir, quiénes van a acompañarnos y sobre todo, qué es lo que esperamos de la experiencia.

Si no somos viajeros expertos o buscamos que nos lo den ‘todo hecho’ para dedicarnos únicamente a descansar esto es lo que estamos buscando.Tampoco es mala idea decantarse por este estilo de viaje si vamos a practicar algún deporte extremo, ya sea buceo, snowboard, kayak… Con la planificación adecuada habrá alguien que piense por nosotros al menos la mayoría del tiempo que dure nuestra estancia, nos prepararán la comida, la habitación y las excursiones.  ¿Y por qué tiene que ser malo? ¿No se traduce en un descanso y relajación absolutas?

Ventajas de hacer un viaje organizado

La gran ventaja de irnos de vacaciones con un viaje organizado es, como hemos comentado antes, el hecho de que lo tengamos todo preparado y que cada día sea aún más sencillo que el anterior.  Además, para algunas personas es un problema que no puedan relacionarse con otras personas al no conocer el idioma del país que visitan, pero si con este tipo de viaje eso no ocurrirá. Uno se relaciona con un montón de gente que habla su misma lengua.

Para los que disfruten aprendiendo, podrán contar con guías que nos cuenten cada detalle de los lugares que vayamos visitando. Detalles que, de ir por libre, es posible que no lleguemos a saber nunca.

Dado que está todo planeado, el turista adquiere una sensación de seguridad muy reconfortante que no necesariamente tiene porqué ser real. Pero que sí es agradable a la hora de relajarse y descansar.

Por otro lado y precisamente porque está todo planeado el viaje es muy completo y se optimiza el tiempo al máximo. Podemos lograr una amplia visión del destino en el que nos encontramos.

Los precios son otra buena manera de verlo. Aunque siempre depende de varios factores, la gente suele creer que organizar un viaje sale más caro que hacerlo por libre, no obstante, no es una regla universal porque de esta forma nos podemos beneficiar de ofertas de grupo para ir a los museos o zonas más turísticas, coger autobuses para todo el grupo y evitar el transporte público… Pero como decimos, todo depende de cómo se enfoque la aventura.

Inconvenientes de hacer un viaje organizado

Lo que más agota a un turista es tener que esperar largas colas para acceder a algún sitio. Y cuando uno va en grupo, tiene que esperar a que todos entren y todos salgan. Y no sólo aquellos con los que vas, si no también todos los demás grupos organizados que anden por allí.

Uno de los contras que más se suele tener en cuenta es la irremediable obligación de estar atado a los horarios que se han marcado. Es decir, que si estamos en el Coliseo de Roma y queremos quedarnos un rato más admirando el antiguo monumento quizá no podamos porque tengamos que subirnos al autobús con el resto de viajeros para ir La Fonta di Trevi antes de que se pase la hora de la cena.

Tampoco se socializa demasiado con los locales de la zona porque nos movemos rápido y entre los turistas. Es por esto que hay quien cree que se pierde la esencia de un viaje.

La investigación y la aventura están tan delimitados que uno puede llegar a sentirse más como un niño en un campamento que como un adulto dando vueltas por el mundo.

¿Cómo organizar un viaje?

Si empiezas a tener claro que lo que a ti te va o te apetece hacer particularmente en tus próximas vacaciones es descansar sigue leyendo. Vamos a mostrarte que pasos dar.

Antes de ir a la agencia de viajes y que nos salten de un lado a otro elegiremos nuestro destino y empezaremos a determinar el presupuesto del que disponemos. Es perfecto investigar por nuestra cuenta antes de nada porque así podremos explicar claramente qué es lo que queremos hacer y ver al profesional que vaya a planificar nuestro viaje. Mira en foros y lee artículos y blogs de viajes que puedan servirte de inspiración o guía.

No dudes en atreverte a buscar hoteles por tu cuenta, puede que haya alguno que te cause mejor sensación y podrás indicarlo en la agencia. La idea es que no vayamos en blanco, aunque nos vayan a organizar cada milímetro de nuestra travesía es mejor que sea con nuestras preferencias. En un viaje organizado, malo sería que nos fuésemos del lugar con la idea de que nos hemos perdido cosas que nos hubiera gustado mucho visitar.

Y una vez tengamos todo pensado en nuestra cabeza, nos plantamos en la agencia y lo soltamos. Y a partir de ahí solo hay que dedicarse a hacer fotografías y vivir la experiencia. Todo un lujo, ¿verdad?

Fuente imágenes: Pixabay.